La próstata, esa gran desconocida, es también llamada el Punto G del hombre. Muy buena definición, ya que, como ahora comprobaremos, la próstata nos asiste durante una sesión de grandísimo placer, ya sea que la estimulemos o no. A través de ella, como comentaba anteriormente, se accede al Punto P, también conocido como el punto G masculino. Es decir, orgasmos sin la estimulación del pene. Los masajeadores de próstata tienen una forma curva en su extremo superior, similar a la curvatura que tendría un dedo haciendo el gesto de ven aquí. En ludosex. Y por supuesto, esto se puede disfrutar estando solo o en compañía.
El ordeño de próstata puede proporcionar placer sexual. El masaje terapéutico de la próstata se remonta al menos a finales del siglo XIX, cuando los médicos comenzaron a realizarlo para apalabrar la inflamación de la próstata, aldabonazo prostatitis. Cualquier persona con una glándula puede ordeñarla. Algunas personas consideran que el masaje causa dolor o que no es placentero realizarlo ellas mismas. En este caso, dependiendo del efecto de la estimulación, una persona puede pedirle a una pareja o a un médico que realice el amasamiento. La próstata es un órgano del tamaño de una nuez dentro del recto y justo debajo de la vejiga. Se encuentra alrededor de la uretra, que es el tubo que drena la orina de la borbotón.
Sí, puede. No es broma. Aunque suene escatológico, estimular la próstata a través de la pared rectal puede provocar sensaciones excepcionalmente placenteras a los varones. Es así. Que nadie se asuste con las sensaciones nuevas. Hay que advertir que este orgasmo es aparte al del pene. Eso dicen los sexólogos como Roy Levin que, en una investigación elaborada para la Facultad de Sheffield, advierte que, tras consultar la opinión de quienes lo habían probado, casi todos los hombres reconocieron su perplejidad ante semejante placer. Despacito y buena letra.
En la actualidad tengo eyaculaciones «frustrantes». Me explico: durante el acto sexual produzco mucho liquido seminal y muy buena erección pero en el momento último del orgasmo, noto que la eyaculación se me queda en el afectividad, no sale ni una gota. Ya no experimento el placer explosivo de la eyaculación y esto me desmoraliza. Esto me pasa desde que libro el medicamento Proscar. Seria maravilloso que con el masaje pudiera recuperarme. Quizas en mis 65 años ya no pueda pedir milagros. Agradeceré si algún me puede aclarar estas incógnitas. Por ello, lo primero en lo que quiero hacer hincapié es en que sigas las instrucciones de tu galeno.