
Los expertos creen que no hay malas razones para un fetiche. Desde la infancia, algunas personas han tenido varios deseos en la cabeza de darse cuenta de lo que es el sexo. El fetiche puede provenir de un comportamiento sexual inusual de la infancia y de un trauma por abuso sexual. En la antigüedad, cuando el fetiche estaba en su apogeo, las personas usaban una variedad de alimentos durante las relaciones sexuales.