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No sé. Porque sexy no soy. Empero lo que sí soy es periodista, y pude reportearlo, conversando con varios amigos as sobre aquellas actitudes matapasiones que pueden desinflar una incipiente relación o, derechamente, matar el interés en la mismísima primera cita. No se trata de andar olorosito, con el pelo limpio, tampoco voy a conversar del Manual de Carreño, la puntualidad, los buenos modales y el evitar que un perejil te quede alcanzado en los premolares.
Esta red social donde colgamos nuestras fotos se ha convertido en el nuevo Tinder. Es así, aunque a muchos les cueste reconocerlo. Aunque creas que es algo inocente, puede convertirse en algo peor. Cada uno utiliza sus mejores estrategias para llamar la atención de su posible conquista, a agonía de lo poco sutil que es ligotear en en esta app. Empero hay un problema muy grande.