El desarrollo del seno se da en etapas distintas a lo largo de la vida de una mujer, primero antes del nacimiento, de nuevo en la pubertad y durante los años de maternidad. Los senos también tienen cambios durante el ciclo menstrual y cuando una mujer llega a la menopausia. A medida una chica se aproxima a la adolescencia, comienza a aparecer el primer signo hacia afuera del desarrollo de los senos. Cuando los ovarios comienzan a secretar estrógeno, la grasa en el tejido conectivo comienza a acumularse y eso hace que los senos se agranden. El sistema de conductos también comienza a crecer. La velocidad a la cual crecen los senos varía enormemente y es diferente para cada mujer joven. Cada mes, las mujeres experimentan fluctuaciones hormonales que preparan el ciclo menstrual normal. El nivel en aumento del estrógeno conduce a la ovulación a mitad del ciclo. Se cree que estas hormonas son responsables de cambios cíclicos tales como la inflamación, el dolor y la sensibilidad que muchas mujeres experimentan en sus senos justo antes de la menstruación.
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Trucos Ada Funes Con el paso de los años, o bien por adeudar pechos demasiado grandes, o por la falta de ejercicio o de una dieta sana y equilibrada, o por un parto en el que no nos hemos cuidado demasiado, el busto acaba perdiendo tono y elasticidad. Siendo constantes y respetando unos sencillos trucos habituales, todas podemos conseguir tener el pecho ideal. Otro de los remedios caseros que funcionan bastante bien es la aplicación de la clara de huevo, que reafirma el pecho abatido gracias a sus propiedades reafirmantes. Aplicamos a los pechos, dejamos unos 15 minutos, y después retiramos con licor fría. Podemos aplicar gel de zabila vera directamente sobre el pecho, o hacer una mezcla con gel de aloe vera, pulpa de pepino y miel.
De ahí el auge de las cirugías mamarias y todo el corolario de ingenios caseros, algunos falaces y peligrosos, otros la mar de entretenidos, para incrementar la talla del sujetador. El motivo: nuestra alimentación. La doctora Nicola Brown, miembro del grupo de investigación en salud mamaria de la Facultad de Portsmoutth ha realizado un análisis sobre la evolución del tamaño de los pechos de las mujeres desde los años 50 y concluye que tal crecimiento se debe a que una de cada tres féminas sufre sobrepeso. Si analizamos la dieta de las mujeres de los años 20, su dieta era muy simple y estaba basada en los carbohidratos. Es decir, una sobredosis de estrógenos que absorbe nuestro organismo. Y a esto debemos sumarle otras muchas formas en que ingerimos un exceso de hormonas femeninas. Tiene una función esencial en los cambios físicos de las mujeres durante la pubertad, como el acrecentamiento de las mamas y también la consumimos una vez pasada esta edad en forma de píldoras anticonceptivas. Algunos alimentos y productos de uso anales, como las latas y los cosméticos, contienen xenoestrógenos, hormonas femeninas presentes en el entorno Si bien no hace falta utilizar la píldora para asimilar esta sobredosis de estrógenos, llamados xenoestrógenos, porque se encuentran en el ambiente. En las postimetrías del Paleolítico empezaron a tallarse diosas de la abundancia de pechos prominentes y colganderos que han llegado a nuestros días convertidas en un fetiche sexual.