Nos va a hablar de un descubrimiento que hizo en este confinamiento que fue una luz para su creatividad y su autoestima ya que pudo romper con una etiqueta. Llega el tiempo de hacer balance y de repasar lo vivido, y en mi caso os voy a contar como a mis 45 años, he desafiado a una etiqueta que me ha acompañado durante toda mi vida. Es bastante probable, que la urgencia y las prisas, hicieran que mis trabajos perdieran en la comparación con las creaciones de mis amigas y compañeras de clase. Este es uno de los peligros de no trabajar el aliento, de no centrarse en el proceso, de no ser capaz de valorar los progresos individuales sin compararlos con los de otras personas. Estaban siendo días muy complicados, y yo tenía la ansiedad bastante disparada, la rutina de ejercicio físico era mi salvadora, pero necesitaba algo que me ayudara a concentrarme, a salir de los pensamientos circulares y rumiaciones.
Libremente de dónde, ten en cuenta lo siguiente: Evita situaciones en las que debas causar forzosamente una buena primera impresión para no perder la oportunidad para siempre. Debes poder volver a ver a esas personas. Cuando se trate de un evento organizado intenta estar ahí un rato antes para poder hablar con la gente a medida que vaya llegando. Por eso debes intentar frecuentar los mismos sitios y hablar con la misma familia. No desistas a las primeras de cambio. Si ése es el albur, acuérdate de llegar un rato antiguamente para charlar con la gente que haya en ese momento. Sí, cualquier sitio es bueno para conocer a alguien porque lo realmente importante no es el lugar, sino la ánimo. Ni mucho menos. Especialmente si eres tímido pero derrochas confianza cuando hay un teclado de por medio.