Se ha formado sobre mi una nube interestelar de dolor ambiguo. Necesito tiempo para reorganizar este caos que flota sobre mi. Estoy agotada. Y sigo girando,mientras me mareo:Estrella caníbal,ese es mi nombre. Stella va tomando conciencia y abre los ojos. Su cuerpo desnudo, pero vestido del olor del sexo.
Por extraños vericuetos caminaba yo aquella confusión en Bahía, bajo un fuerte lluvia. Vegetación tropical surgía por cualquier aforo que le permitiese la abigarrada masa de viviendas de las que salían de vez en cuando voces apagadas por el constante caer de la lluvia. Luces de escasa potencia proyectaban su extraña claridad creando un nuevo reino de sombras y contraluces. Y era un triunfo efectivamente haber contrario aquel lugar en aquella noche en que ni las luciérnagas se atrevían a salir a iluminar el acceso. Aquella noche, las fuerzas desatadas de la Naturaleza, viento, noche, lluvia, licor, obscuridad, terror cósmico, era muy propicia para una ceremonia de esta género.
Córdoba, ISBN 1. Poesía Boliviana I. Lema CDD Bo Todos los derechos reservados. Impreso en Buenos Aires. Hecho el depósito que marca la ley A la edad de cuatro años se trasladó con sus padres a la ciudad de La Paz, donde vivió hasta cuando, por razones de comunidad debió re- sidir en la localidad de Santa Fe, Argentina.