
De cuando me daba miedo masturbarme Publicado el 28 de Julio, Este 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Orgasmo Femenino y desde Balance nos pareció importante hablar de masturbación. Por ello, voy a contarles un poco de mis vivencias en unas cuantas lineas, esperando hacer reír un poco a quien me lea, pero también esperando que este texto pueda servir a alguien a experimentar la masturbación como una fuente de bienestar. Desde mi experiencia, mis primeros encuentros con mi clítoris estuvieron marcados por todo lo opuesto al placer. Los recuerdos que vienen a mi mente son de culpa y vergüenza,creo que hablar de esas experiencias es una forma de transformarlas y pensar en las cosas que me hubiera gustado saber. Crecí en una casa donde nunca se habló abiertamente sobre sexualidad.
Al final, me preguntó si tenía webcam. Ella conectó su video y cuando la vi resultó ser una fámula muy bonita. Con una chica como ella, uno puede llegar a extraviar la cabeza. Continuamos hablando, pero únicamente a través de mensajes. Me dijo que temía que su hermana la oyera. Y que hablar conmigo le excitaba. Entonces me preguntó cómo época mi pene. Se lo mostré y le dije: Es tu turno. Ella se tumbó en la cama, se desvistió y comenzó a masturbarse.
Muchos cristianos han hablado y escrito sobre el tema, algunos de ellos con un sincero desacuerdo. Si deseas conocer cómo respondí a esta pregunta en el pasado, puedes leerlo aquí. No fue porque no supiera la respuesta. Probablemente incluso tengas tu propia dictamen. Durante mucho tiempo he sospechado que la masturbación es menos una cuestión de moralidad cristiana que de granazón cristiana. Cuando somos inmaduros en nuestro caminar con Dios, buscamos reglas. Discutimos sobre las que consideramos poco amorosas y debatimos las líneas morales que parecen nebulosas.