
Era pequeñito, delgado, receloso, móvil; la boca parecía un hociquillo orlado de poco y rígido bigote; los ojos negros, como cuentas de azabache, algo saltones, sin blanco casi, añadían a la semejanza, completada por la cara angostita, la frente fugitiva y estrecha, el cabello descolorido, arratonado Laucha le llamaron cuando niño en la provincia del interior donde nació; Laucha comenzaron a apodarle después, allí donde lo llevó la suerte de su vida, desde temprano aventurera; por Laucha se le conoció en Buenos Aires, llegado apenas, sin que a nadie se pudiese atribuir la invención del sobrenombre, y Laucha le han dicho grandes y pequeños durante un período de treinta y un años, desde que cumplió los cinco, hasta que murió a los treinta y seis La miseria, como buena vieja brava hace con el hombre lo que se le antoja Por fin un bolichero me dio por él cuatro nacionales -y digo nacionales porque ya habían cambiado la moneda argentina bolivianos o pesos del carneritotan linda y tan rendidora.
Había estado con muchos chicos y la mayoría eran pésimos en la yacija. Pensé que un profesional sería por fuerza un gran amante. Los hombres solo buscan su placer sexual sin preocuparse de si nosotras llegamos o no al orgasmo. Si pagas te aseguras tener sexo del bueno. Un escort siempre se preocupa de hacerte cosas que te gustan y te hace sentir como si estuvieras en el séptimo cielo.
Publicado en Humor , Los Hombres. La primera, la aventura vivida por mi amiga Inés que, estando ella tan ricamente dormida el pasado martes 6 de diciembre, recibe una llamada de teléfono a las ocho de la mañana Inés, mira que te he dicho veces que silencies el teléfono… y, cuando contesta, todo lo que oye es un suspiro. Ella que vuelve a sobarse. Y la otra que, lógicamente, se acojona y cuelga.