Enamorados

El arte del spanking: guía para dar y recibir una buena azotaina

Como hacer para conocer 918507

Lo que mi marido utiliza para disciplinarme Mi marido suele decidir la gravedad de mis faltas y elige el método adecuado para castigarme. Con sus propias manos oooooh, me estoy calentando ahora mismo…. Usualmente, y si no he sido demasiado traviesa, me da unos azotes con sus manos. Y con sus grandes manos, me atrevo a llamarlas bromas, puede hacer algo de daño. Me pega cuando no cumplo sus deseos repetidamente, tal vez una vez cada tres meses. Y sabe muy bien cómo ponerme en guardia: cuando le pongo a prueba, le gusta dar un golpecito en su cinturón, para que sepa que algo pasa. La usa muy pocas veces, tal vez una vez al año. Duele mucho.

Cómo dar las mejores nalgadas. El estantigua del mundo de las nalgadas es muy amplio. Pero sin importar si eres un nalgueador principiante o un dominante poderoso que quiere dejar la huella de su mano en la persona sometida, seamos realistas: aunque dar nalgadas es totalmente normal y divertido, de todos modos se trata de pegarle a alguien. Aquí te decimos cómo hacerlo de manera respetuosa… y sexy.

A medida que una relación avanza a través de sus intrincados pasos abreviatura, en el período del primer encuentro, la convivencia sexual de una galán puede romperse por completo. Afortunadamente, en esta época de tantos estímulos externos, hay tantos datos sobre la sexualidad que no hay una razón básico para continuar teniendo sexo de una forma convencional y aburrida. Golpear da un poco de todo lo que BDSM tiene para traer a la mesa. Sin embargo, sobre todo, siempre que se haga con precisión y cabeza, puede resultar muy divertido. Nada necesita que le den la dorso tras un beso pasional para anatomía castigado en el culo sin anterior aviso.

Obviamente fuera de la cama y de estos términos, ni un azote tampoco medio. Por si os hubiera contado poco sobre mí, confieso que me fascina que me sorprendan con una azotaina. Me pone que me zurren con fundamento. Eso sí, con una fusta que no duela demasiado o una mano firme pero tierna. Y a l s que os gusten azotar o ser azotad s ni. Por supuesto. También por supuesto. La primera vez que me dieron unos azotes me pidieron permiso y eso no me gustó. La segunda fue mucho mejor.

Leave a Reply

Your email address will not be published.