
El escritor americano sentado en el retrete de su casa. Hacía ejercicio, se musculaba, buscaba el equilibrio perfecto entre mente y polla, y tras descubrir el sexo con una mujer mayor que él -Paulina Chouteau, que por edad podría haber sido su madre- se lanzó a la exploración de las grietas del placer. La moda literaria de la autoficción no nació ayer, precisamente. Pero necesitaba el sexo: vivió a caballo entre pensiones, lechos de amantes y habitaciones prestadas por amigos, y usaba su pene como un mendigo lo haría con su gorra, para recolectar limosna a cambio de esperma. Fue su época Polla Loca, tal como la definió Mailer, especialmente mugrosa y miserable. Muchas veces vivía de los restos de comida que le daban sus amigos parisinos: la escritora Gertrude Stein, sin embargo, se negó a prestarle ayuda. Luego vino el reconocimiento en el underground literario justo cuando compaginaba su plenitud literaria con su declive sexual. El segundo tramo de su vida, que se prolongó de aestuvo lleno de libros bellos, algo de dinero -aunque, descuidado, renunció a cobrar por desidia
En Bolivia se reconoce al empacho como una entidad morbosa pero es considerada como una forma parcial de atasco intestinal que se traduce en problemas de estreñimiento. En el nordeste de Argentina, los pueblos guaraníes consideran que es una enfermedad natural o de Dios pues se origina de una mala digestión o bien por el estado físico de la persona Pérez-Samaniego, Ingesta excesiva Comer en exceso cualquier tipo de alimentos. Oportunidad de la ingesta.

Todos sinónimos de tener sexo: aprendaselos perfectamente. Imagínense las cara de los presentes… 2. Dícese de cuando tu galán se enoja y te castiga sin sexo. Encumbrar volantín, manfinfla, manuela, bálago.